La Benemérita Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil es la más antigua institución de voluntariado femenino en esta ciudad. Fue fundada por un grupo de señoras y señoritas de profunda convicción católica que se hicieron eco de un llamado del Padre Roberto María del Pozo, S.J., entonces Superior de los Jesuitas y luego Obispo de Guayaquil, para crear una entidad que ayudara a los pobres y colaborara en la obra de proporcionarles educación.
El 19 de mayo de 1878 se realizó la sesión constitutiva de la Sociedad y el 1 de agosto fue aprobado por el Gobierno Nacional el Estatuto, cuyo primer artículo esbozaba las líneas directrices que han perdurado a lo largo del tiempo: ayuda social y educación popular. Con San José como patrono, el Prelado diocesano como Director Nato, el lema “Dios es caridad”, la presidencia de María Aurora Benites de Santistevan y doce socias se emprendió la obra institucional.
La pequeña entidad que en 1878 nace sencillamente como Sociedad de Beneficencia se transforma, diez años más tarde, en Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil al crearse una Junta Municipal de Beneficencia, que eventualmente tomaría independencia e ilustre vida propia.
Con el tiempo vendrán condecoraciones nacionales y municipales, reconocimientos de la Santa Sede y de entidades locales, asignación del calificativo de Benemérita que comparte con un estrecho puñado de instituciones guayaquileñas. Queda así rubricado el papel protagónico que desempeña en la ciudad y la importancia de su labor educativa generación tras generación: la Benemérita Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil es la historia de un compromiso de fe que sigue avanzando en el tiempo.