Quiénes somos

Somos las pioneras del voluntariado femenino en Guayaquil.  Este grupo de casi 100 mujeres se dedica a mantener activa la visión de las 12 fundadoras de nuestra Institución y sus sucesoras, que interpretaron la educación en sectores menos favorecidos como herramienta básica de superación.

Somos una Institución asentada en la tradición y dinamizada por las realidades sociales, educativas, profesionales y tecnológicas actuales.  Esta organización ha creado, mantiene, supervisa y apoya la labor de seis unidades educativas dispuestas a lo ancho y largo de la ciudad. Seis mil niñas, niños y adolescentes, desde Educación Inicial hasta Bachillerato reciben formación católica y académica integral de calidad, con el complemento de servicios de asistencia familiar.

Somos una entidad regida por la Junta General, integrada  por todas las socias, que preside la Presidenta del Directorio y sesiona semestralmente.  Elegido por un plazo de dos años en Junta General, el Directorio está conformado por Presidenta, Vicepresidenta, Secretaria, Prosecretaria, Tesorera, Protesorera y tantas Vocales Principales y Suplentes como hayan sido aprobadas por Junta General.  Profundamente católica, desde su primer Estatuto aprobado el mismo año de su fundación nuestra Sociedad se puso bajo la protección de San José y tiene como Director Nato Eclesiástico el Arzobispo de Guayaquil.

Somos una organización fortalecida por la participación de casi 500 profesionales en todas las ramas de la educación. Rectores, Vicerrectores, Inspectores, Docentes, Administradores, Psicólogos, Bibliotecarias y personal de apoyo integran la invalorable fuerza laboral de nuestro proyecto educativo. Estos colaboradores representan otras tantas familias de las cuales también somos parte.

Somos la Sociedad de Beneficencia de Señoras de Guayaquil. Nos distingue el privilegio de haber tenido como primera benefactora a doña Baltasara Calderón de Rocafuerte, esposa del prócer Vicente Rocafuerte y hermana de Abdón Calderón, héroe de la Batalla del Pichincha. Un siglo atrás honores y legados como éste fortalecían a la Institución. Hoy contamos con la fuerza de nuestro compromiso, con el apoyo de la colectividad y con nuestra fe en la Divina Providencia para continuar la labor emprendida hace 140 años.